Cosmos y divergencias en cada ser...

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Gabriela letona, escritora en potencia...Intentado escribir para no oxidarme.

jueves, 26 de febrero de 2009

Punto de vista

Desprotegidos, casi desnudos en un sistema que está en la cuerda floja. Nos mantenemos siempre con una idea de seguridad a un mismo método, algo ya conocido, no hemos abierto nuestra mente, el cambio es buena a medida que nuestra creatividad se expandan de manera paralela a la crisis. La crisis realmente es un cambio, no podemos decir que todo está mal, aunque para muchas personas así lo pareciera pero ¿realmente puede ser una oportunidad? Todo cambio es una oportunidad. Hemos pensado que un empleo seguro es la respuesta y la entrada a nuestras anhelaciones, que tan lejos hemos quedado al concepto de la felicidad. Es por ello, que la crisis ha asido una demostración de la avaricia y demás frutos podridas que han infectado al sistema económico. Gastar más de lo que producimos creó lo que ahora llamamos la Nueva Crisis- después de la nefasta de los años 30- un consumismo excesivo ahora nuevamente nos ha mantenido amarrados a satisfacer ciertas necesidades, pero no es así, en nuestra mente existe un pensamiento limitado, quiero decir que sentimos que hay una barrera que nos rige, más si nuestra mente trata de encontrar diferentes oportunidades de vida nos daríamos cuenta de que hay más de lo que oculta este mundo.
Nos han enseñado que todos es ESCASO, lo que produce esta idea es más bien una sociedad acaparadora, tratando de satisfacer sus necesidades propias, qué pasaría sus todos usáramos nuestra imaginación, es muy posible que las palabras NO ALCANZA y es ESCASO desaparecieran de nuestro vocabulario permanentemente. Mantengamos nuestro cerebro en constante actividad, pesemos que esta crisis es una nueva visión que nos traerá algo más que penas. Usemos esas neuronas y creemos un mundo diferente con una idea más sólida de la definición de los que es la felicidad, no ostentemos nuestra visión que el dinero nos dará toda la felicidad, no voy a negar que ayuda, pero es más fuerte nuestra voluntad y vale más.

Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
Albert Einstein

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