Algo entre tú y yo

Las caricias que traspasan la ropa, con el ardor de la pasión el sudor es la miel que empapa tu cuerpo que se mezcla con mi esencia. Con tus gemidos se mezcla mis suspiros. Se me olvida por completo el mundo, porque tú eres mi espacio y tiempo, en ese momento ya no soy sólo yo. Todo de ti se confunde con mi cuerpo, porque me has de dar lo que a mí me falta, porque yo te doy lo que a mí me hace ser mujer.
Combinamos, encajamos en todo, en tamaño y figura, un rompecabezas perfecto. Mi único manto, tu cuerpo, tu desnudez que toca la mía con suavidad, mojada por la excitación, mojada por el amor. El amor es un elemento, es una bebida narcótica, es como es alcohol: cálido que arde y volátil, porque no se puede apresar, un gas inodoro que se expande en nuestro ser.

El libro de los dos

Tú no eres más que mi sonrisa, eres la infinidad de alegría que corre en mí. Si tu camino ya está escrito, quiero ser yo quién te ayuda encontrar ese escrito. No quiero dejar una huella en ti, quiero ser más que un recuerdo, quiero ser una historia de vida. Si te han dicho que estoy loca por ti, la verdad es que he perdido la razón. Palabras como el amor, de tanta envergadura, no podía haber sido pronunciadas sin la presencia tuya. De no haber sido por ti, esta criatura sin rumbo alguno si hubiera perdido en la manía de la melancolía. Quiero ser todo en tu vida, poder recorrer en ti los cuerpos cambiantes del tiempo, que tú me veas y que yo te vea el crecimiento puro del alma nuestro y que nuestras almas se pierdan en el olimpo como alcatraces en el océano.

VIRGILO POR FAVOR

Solo Virgilio por favor, es el único nombre con el que me pueden llamar-pues, los que me conocen-Solo Don Virgilio por favor, no se da cuenta que ya soy viejo, más respeto por favor. Señor Usted no me hace el favor de regalarme unos cinco quetzales para mi pan, isht no se haga el loco que el PODER DE DIOS caerá en usted por codo. Isht señorita, hágame el favor de regalarme algo de comer aunque sea una galletita que llene a este viejo diablo que tiene a su merced. Me da un octavito del alcohol viera usted que me caí, waa! Si lo que me cayó fue la fuerza del SEÑOR JESUCRISTO que me amparé fuera de mi casa. Disculpe me habla a mí, mmm mi casa, usted está en mi casa, vieja bruta. Casa mmm la casa de Don Virgilio. Isht seño, haga me el favor de no identificarme como XX pónganme señor Virgilio, sino MI DIOS no me encontrará…

Vida cotidiana

Corro, troto, sigo corriendo…

Callejón sin salida, idiotas sin consuelo.

Muros con ideas, pensamientos desvanecidos.

Ayeres olvidados, nostalgias irreconocibles.

Vida anterior, país olvidado, temas enterrados, vidas desterradas.

Dinero, pura codicia, vida nocturna, llena de vicios.

Movimiento de día, ruido por las noches.

Ciudad de locura, país de locos... dando vueltas seguimos corriendo en un laberinto…

Quiero

Quiero sentir ese respiro que infunde tu pecho al besarme los labios.

Quiero ser yo la exploradora quién inaugure tus muslos hasta al abismo.

Quiero rosar mi vientre al tuyo y que sientas la delicadeza de mi género.

Quiero que mires mis sonrisas y mis llantos al saber que soy tuya.

Quiero que tu boca pronuncie mi nombre, cada vez que sobresaltes en deseo.

Quiero dar todo de mí, que me dejes entrar en los rincones de tu ser.

Quiero conocerte desde afuero hacia adentro, de adentro hacia fuera.

Quiero ser parte de tu cuerpo, solamente quiero hacerte el amor…

Yo Nadia Paz

Yo Nadia, mi nombre un poco parecido al adjetivo de mi vida… Yo, Nadie, mis apellidos Paz y Paz, con razón no hay paz, si Nadie la hace. Dejando atrás mis analogías y mis chifladeras que invaden mi cerebro continuemos con mi relato, es que la soledad crea ideas vagas, posiblemente tontas. Yo, Nadia Paz y Paz soy una mujer un tanto negativa como lo puede deducir usted lector que se ha tomado el tiempo de leer este escrito, bueno tengo 36 años de edad, sigo soltera, creo en un Dios y por supuesto, en los santos los cuales siempre llevo una ofrenda para que manden un marido. Si usted lector está pensando que soy una desesperada al encontrar un hombre que llene mi vacío, usted está en lo correcto, la razón por la cual busco y rebusco, es la misma historia que cualquier mujer de mi misma posición busca, no creo que sea una tontera.
Mi relato en pieza cuando cumplí mis 30 años, en esa época adoraba estar sola porque mi madre era completamente un perico, creo que el doble, como siempre mi madre me platicaba de la necesidad de encontrar un hombre- Ya te va dejar el tren, mija apuráte sino vas a ver que nadie va estar disponible para vos- yo en mi vida tenía el deseo de casarme, já entregarle mi vida a un hombre como buena concubina, já eso no es para mí (eso pensaba yo). Un día me tope que mi hermana había fallecido, mi única hermana que residía en New York había fallecido de un paro cardíaco, para ser sincera, no lo sentí. No porque no la quisiera, sino porque la distancia destruye lazos. Pasaron meses y mi única compañía había fallecido también, mi madre. Cuando ella se fue, mi mundo se acabó, mi mundo de ruido, porque mi casa era un total vacío, y no podía irme con alguien más, en todo caso hubiera hablado con mi hermana, pero ambas mujeres ya estaban juntas, ¿qué me quedaba yo haciendo? Después de haber adorado el silencio, la odiaba, como es irónica la vida, no quiero un marido para servir, quiero uno para que engendre en mí y tenga bulla, el silencio mata y agobia. Tanto deseaba el silencio que ahora quiero huir de él. Así que queridos lectores, si ustedes conocen a un atractivo hombre o si alguno está disponible, hágame el favor hacerle saber que Nadia está esperando que me regale lo que yo anhelo. RUIDO…

Esa mujer

Mujer de muchos besos, esa mujer que no le alcanza un par de labios, mujer que carece de amor. No desea hacer el amor, su predilección es el dinero, porque sus pechos no han de ser de nadie, más sólo de su retoño. Por qué decirle mujer de todos, si solo se le entrega en cuerpo a los que pueden pagan por su belleza, más no pueden tener su alma quién solo se la entrega a su niño. Por qué juzgar sus actos, si ninguno es pan de Dios, ni mucho menos ángel del cielo.
En que pecado incurre la mujer, si se ha de sacrificar por el placer ajeno, bendita sea ella, quién permite desahogar el fuego de los hombres, bendita sea para que éstos no se alimenten de otras. Su único pecado es, matarlos en silencio, despacio, lo único que no puede hacer es, garantizar que ellos no maten también a sus mujeres por culpa de ella…